¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?
El síndrome de fatiga crónica se caracteriza por una fatiga inexplicable que se prolonga durante al menos seis meses y no se resuelve por medio del descanso, el sueño, las vacaciones, la actividad física, etc. Además, causa problemas de memoria y concentración, depresión, dolor muscular y articular, dolor de garganta, dolor de cabeza, dificultad corporal grave y otros síntomas.
En el pasado, esta enfermedad no existía o no se había descrito, y aún hoy en día, su causa no se ha definido todavía, y varios factores pueden de hecho estar en la raíz de ella. La medicina natural destaca la existencia de varios factores que pueden contribuir a la aparición de esta enfermedad y que deberán ser evaluados en cada caso.
Períodos prolongados de estrés o excesivamente intenso
Hay personas que viven muchos años de sus vidas, sobrepasando sus capacidades físicas, y a la larga, cualquier sobrecarga en sus cuerpos tiene un precio. A menudo, el dolor es precisamente cuando la persona retrasa su ritmo de vida. El estrés es por lo tanto muy agresivo y ataca al organismo alterando su funcionamiento, entre otras desventajas. Si es sólo un episodio temporal, el cuerpo recupera su equilibrio, pero si esta situación tiende a durar, las consecuencias son también permanentes.
Por lo tanto, se recomienda evitarlo en la medida de lo posible tomando tiempo libre, centrándose en el descanso, el ejercicio diario y la relajación mental. De esta manera, nuestra organización irá recuperando paulatinamente su buen funcionamiento.
Estados emocionales
Cada enfermedad tiene una explicación psicosomática plausible. Esto no es válido en todos los casos, pero es interesante saberlo.
La fatiga crónica es una de esas enfermedades en las que los factores psicológicos pueden ser determinantes. Ocurre con más frecuencia en las mujeres, especialmente a partir de los 40 años de edad. El perfil típico sería el de una persona adicta al trabajo (en la que el cabeza de familia encarjaría perfectamente), que no suele delegar tareas, que acepta una sobrecarga de trabajo, y que no sabe cómo decir que no cuando se le pide algo.
¿Cómo podemos remediar la fatiga crónica?
Las terapias que tratan problemas psicológicos y estados emocionales pueden ser efectivas, pero es especialmente importante darse cuenta de que ciertas actitudes que pueden parecer virtuosas para nosotros pueden perjudicar nuestra salud.
Un hígado cansado
El hígado es, junto con los riñones, uno de los órganos principales en los que pensamos cuando hablamos de fatiga. Es el órgano más castigado por nuestro estilo de vida actual (dieta pobre, emociones negativas, contaminación, alcohol, drogas, etc.)
¿Cómo cuidar su hígado?
- Aquí hay algunos consejos simples para mantenerlo sano:
- Una cena ligera o lo suficientemente temprano como para permitir que el hígado se regenere
- El hígado tiende a enfriarse, por lo que se puede acostarse colocando algún recipiente caliente en las costillas del lado derecho del abdomen.
- Tomar infusiones agrias todos los días: cardo mariano, diente de león, alcachofa y boldo (no abusar de ellos y limitar su consumo a 4 semanas).
- Evite el alcohol y las grasas malas (fritas, carnes rojas, bollería, etc.).
- Tomar una cucharada de aceite de oliva virgen extra con el estómago vacío, acompañado de una cucharada de zumo de limón, y luego beber un vaso de agua tibia.
Estreñimiento crónico
El estreñimiento puede causar muchas enfermedades, porque cuando se vuelve crónico, genera una sobrecarga de toxinas. Es importante resolver este problema lo antes posible y de forma natural:
- Consuma una dieta alta en fibra: frutas, vegetales, granos enteros, legumbres, frutas secas y frutas secas.
- Beba agua entre comidas.
- Un remedio muy sencillo es dejar en remojo dos ciruelas pasas y una cucharada de lino en un vaso de agua. A la mañana siguiente, coma las dos ciruelas y beba el contenido del vaso con el estómago vacío y espere media hora antes de desayunar.
Intolerancias alimentarias
Hay alimentos que algunas personas no los digieren bien sin saberlo, y a la larga, el tazón de comida que ha sido mal digerido se convierte en toxinas que se acumulan en nuestro cuerpo y causan dolor e incomodidad. Por lo tanto, se recomienda revisar nuestra dieta y tratar de evitar durante al menos un mes los alimentos que se toleran peor, es decir, los que contienen gluten y lactosa. Después de este tiempo, será posible reintroducirlos en nuestra dieta y observar las reacciones de nuestro cuerpo.
Infecciones
Siempre es una buena idea asegurarse de que el cuerpo no sea invadido por parásitos u hongos que pueden causar algunos de los síntomas que sufre, ya que a menudo son similares a los causados por la fatiga crónica. Para una limpieza a fondo, usted necesitará comprar un producto natural en el herbolario o tienda dietética, o seguir el remedio tibetano del ajo.
Más consejos a seguir
- Se recomienda evitar la ingesta de sal, especialmente la sal de mesa, que se está debilitando. Se puede comer una pequeña cantidad de sal marina o sal del Himalaya.
- Aunque las personas que sufren de fatiga crónica no tienen ganas de hacer ejercicio, es muy importante mantener una actividad para que no se vean atrapadas en un círculo vicioso de fatiga y pereza. Dejar de movernos sólo debilitaría los músculos y empeoraría nuestra moral.
- Hay algunos alimentos muy energéticos que, sin ser estimulantes, pueden ayudarnos sin alterar nuestro sistema nervioso: polen, miel, avena, germen de trigo, maca y frutos secos, por ejemplo.