Las aceitunas suelen consumirse directamente después de un procesamiento adecuado, ya que contienen polifenoles que dan un fuerte sabor amargo, por lo que deben ser deshuesadas antes de poder consumirse sin problemas, apreciar su sabor y disfrutar de sus propiedades (que son ricos en antioxidantes, betacarotenos y minerales, así como una excelente fuente de grasas insaturadas, valiosos aliados contra las enfermedades cardiovasculares).