Recibir un hermoso ramo de flores, como usted sabe, es siempre un placer, ya sea una ocasión especial - un cumpleaños, un aniversario especial, el Día de San Valentín... - o un regalo sorpresa. Es una pena, sin embargo, que nuestras flores recien cortadas y frescas se nos marchiten tan rápidamente, perdiendo en pocas horas su aspecto brillante y resplandeciente, dando paso a hojas secas y pétalos descoloridos y caídos...
Aunque siempre es preferible probar y ejercitar su destreza en las plantas vivas, aprendiendo a cultivarlas y cuidarlas en casa o en el jardín, tenga en cuenta que algunos pequeños trucos nos permiten mantener frescas incluso las flores cortadas durante más tiempo, ralentizando su declive.
Mantenimiento del tallo de la flor
Antes de poner su ramo de flores en el florero, es esencial mantener los tallos. El primer paso: ¡quitar las hojas de abajo, para que no se mojen en agua una vez dentro del florero!
A continuación, e incluso si la floristería ya lo ha hecho al preparar el ramo, es necesario cortar los tallos de sus flores aproximadamente dos centímetros y biselados, lo que facilitará la absorción de agua. Para ello, utilizar preferentemente un cuchillo desinfectado con un filo afilado que permita un corte limpio. Las tijeras y las cizallas tendrán el inconveniente de aplastar los tallos! Lo ideal es cortar los tallos bajo un chorro de agua para evitar la formación de burbujas de aire.
El jarrón
Ahora es el momento de pasar al jarrón. Elija uno que sea proporcional a su ramo. Respetar una regla simple: la altura del jarrón debe ser al menos la mitad de la longitud de los tallos. Asegúrese también de que el interior de su jarrón esté perfectamente limpio. En caso de duda, lávelo con un poco de lejía para eliminar los gérmenes.
Evite exponer las flores a la luz directa del sol, a las corrientes de aire o a fuentes de calor excesivamente cercanas, como radiadores y lámparas. Para conservar las flores durante mucho tiempo, elija un rincón luminoso y aireado, fresco y protegido.
El agua
Luego llene su jarrón generosamente con agua fresca a temperatura ambiente. Añada a esta agua una solución nutritiva para las flores cortadas, esencial para la buena conservación de sus flores! Utiliza la bolsa que recibiste con tu ramo o compra una botella en tu centro de jardinería o floristería, te servirá muchas veces y te será útil cuando cambies el agua de tu ramo los días siguientes. Tenga cuidado, sin embargo, de respetar las dosis indicadas.
La ubicación
Una vez que las flores están en el florero, es hora de encontrar el lugar perfecto para ellas. Su ramo puede sufrir cambios de temperatura. Para solucionar este problema, manténgalo lo más alejado posible de fuentes de calor (radiador, placa de cocción, ordenador...), luz solar directa y corrientes de aire. También evite colocarlo cerca de su frutero: el gas etileno que emiten cuando maduran las frutas es dañino para muchas flores cortadas.
Durante el día, coloque las flores en un lugar bien ventilado. ¿Y por la noche? Si el clima no es demasiado frío, puede mantener el recipiente en el alféizar de una ventana al aire libre. Contribuirá al bienestar de su ramo de flores.
Los días siguientes
Cada dos días más o menos, asegúrese de cambiar el agua de las flores, teniendo cuidado de enjuagar bien el florero.
Aproveche cada vez para cortar los tallos de sus flores un centímetros, siempre biselados y procure no dejar muy corto el tallo.
Por último, añada a su florero el producto nutritivo especial de flores cortadas, disponible en su floristería o centro de jardinería.
Consejo para tus rosas cortadas
¿Tus rosas están empezando a ponerse mustias? ¡Llegó la hora de actuar!
Cortar sus tallos en un ángulo de unos dos centímetros con un cuchillo afilado. Luego ponga sus rosas a remojar en abundante agua tibia (en su fregadero, bañera o tina por ejemplo). Déjelas flotar, asegurándoste de que los tallos permanezcan un poco sumergidos. Dos horas más tarde, sáquelas del agua: sus rosas volverán a estar relucientes, ¡listas para volver a su florero de nuevo!
Cuidados para casos especiales

LILAS
Para mantener un ramo de lilas por más tiempo, ¡no le cortes los tallos! Partirlos a lo largo con un cuchillo o aplastar sus extremos con un martillo para facilitar la subida de la savia. Un truco válido para todas las plantas con el llamado "tallo leñoso" (es decir, que tiene la consistencia de la madera).

CRISANTEMOS Y DALIAS
Añadir unas gotas de lejía al agua del florero para mantenerlas más tiempo (3/4 gotas por litro de agua).

TULIPAN
A diferencia de la mayoría de las flores, los tulipanes sólo necesitan un poco de agua en el florero: entre 5 y 8 centímetros máximo. Acuérdese de mantenerlos bajo un chorro de agua cuando corte sus tallos biselados, para evitar la formación de burbujas de aire. Si los tulipanes que recibe están un poco blandos, envuélvalos completamente en papel de periódico humedecido con agua tibia durante unas dos horas.

AMAPOLAS
Aunque la flor de amapola siga siendo efímera, hay un pequeño truco para que dure más tiempo: tan pronto como se recoja, si es posible, utilice un encendedor para quemar el extremo del tallo cortado para que el jugo se coagule.

GERBERA
Al igual que los tulipanes, las gerberas sólo necesitan unos pocos centímetros de agua en el fondo del florero (unos 5 centímetros). Si usted llena demasiado su florero con agua, el tallo de la gerbera puede ablandarse y la flor puede marchitarse.

NARCISOS
Después de recogerlos si vienen directamente de su jardín, deje que sus narcisos se sequen durante unos 30 minutos antes de su presentación. También se pueden cauterizar los tallos, previamente biselados, pasándolos por encima de la llama de un encendedor. Evite entonces poner sus narcisos en florero con otras flores: ¡su savia, tóxica, haría que se descoloraran!